martes, 17 de junio de 2008
Ejemplos contradictorios
Leo que la cantante y directora de la Academia de "Operación Triunfo", la famosa y afamada Nina, se presenta por CiU en las próximas elecciones municipales: lo hará en Lloret de Mar, la población, dicen, de la que es originaria su familia. La vinculación no sé si es profunda, aunque me da igual. En todo caso, es relevante esta "apuesta", sobre todo si tenemos en cuenta (lo digo desde la perspectiva de la Coalición) el fuerte tirón que ha tenido el programa en cuestión. Lo cierto es que no me alarman este tipo de noticias, pero sí me dejan un tanto descolocado. Es la vida. Seguimos con famosos, con una particular "ronda", si se quiere. Don Johnson, que alcanzó una enorme popularidad en los años 80 con la serie "Corrupción en Miami" y con sus deslumbrantes trajes de marca, está siendo investigado en Alemania por un presunto lavado de dinero negro, según ha informado la Central de Aduanas de aquel país, que sería algo así como el Gran Hermano financiero para los "despistados". Parece que nuestro amigo intentó pasar la frontera en dirección a Suiza con documentos bancarios por valor de 8.000 millones de dólares, casi una cantidad equivalente en euros de los nuestros. Suponemos que no aprendió muy bien el oficio de los cacos. Menos mal que no todos los que viven en el "Olimpo" son de la misma calaña. Hay un ejemplo mejor parado. La cantante colombiana Shakira ha declarado que no ha olvidado a su nación, y ha anunciado que impulsará planes de ayuda a los niños desplazados por el conflicto armado. No sabemos si estas palabras se contextualizan, exclusivamente, en la gira que está llevando a cabo por distintos países del Continente iberoamericano y de todo el mundo para presentar su último trabajo discográfico: "El tour de la mangosta". La doble cara de esta vida se observa cuando miramos el rostro bonito de esta exitosa y el de la calamidad que puebla su Estado natal. Otros artistas se decantan por una visión más filosófica de la vida y analizan su entorno. Por ejemplo, el hasta ahora James Bond, sí el 007, insiste en que "hay demasiada basura esparcida en el cine". La verdad es que representa el prototipo de persona cercana a la problemática de los marginados, y no lo digo únicamente por como viste o por sus "maneras". La impronta de superficial que deja aquí y allá con sus comentarios y con sus fiestas de alta sociedad no dan lugar a dudas. Olvidan estas gentes que hay muchos días en el año para expresar ciertas cosas. De nada sirven algunos comentarios sesgados en los estrenos de películas. Podríamos enumerar más y más ejemplos de este calado. El diagnóstico sería el mismo: estamos "entontecidos" con las dimensiones cotidianas a las que estamos llegando. Abruman los modelos de la altivez y de la torpeza. La responsabilidad, a veces, parece una sombra, y tenemos miedo de salirnos del tiesto. Así están las cosas mientras esperamos una gran pugna, de la que muchos, gustosos como se hallan de ella, no volverán. Tenemos poca conciencia en este sitio de excesos sin condiciones. Es como para volverse loco o incrédulo. Al final va a ser normal que seamos pobres criaturas que merecidamente pasemos por este mundo con escasas dosis de felicidad. No quiero continuar con más ejemplos contradictorios.
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