Como dioses

No te dejaré nunca. Seremos esas estrellas que nos dictarán las normas sencillas que aceptaremos cumplir de manera ordenada. Nos unimos otra vez.

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Doy las gracias a ese cielo que me ha convertido en un ser extraordinario porque tú lo eres ciertamente.

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Comprendemos sin complicar lo que viene con un destino que no se fuga sino que se divierte con el paso del tiempo. Nos besamos mientras gestamos un gran cariño.

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No podemos disimular en este entreacto que nos recuerda que, si somos pacientes, nos elevaremos como dioses.