Corro detrás de ti para decirte lo que pienso; y te amo con la locura del que puede salir indemne si vende verdadero cariño.
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Me vuelco en ti con la emoción del que conoce que nos zafaremos de un destino que se quiere dar a la fuga. Sin duda, todo irá bien.
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Nos comentan que es posible el entendimiento sano, confortado, corroborado, presto a la divina comprensión. Esto es algo que sabemos. No cabe resquemor. Nos amamos de verdad.
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Nos infundimos un respeto que nos promete la felicidad más real. Nos damos un ósculo apasionado.
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