Eres fantástica, y, cuanto más te veo, con el paso del tiempo, más lo creo. Me he arrimado a ti por casualidad, y espero que la fortuna nos acompañe durante mucho tiempo, porque lucharé por lo nuestro.
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Me siento repleto de dicha en este comienzo de un nuevo día que justifica tanta demora. Compensas muchos dolores, muchas penas, muchos desvelos.
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He aprendido de ti que todo es relativo y que lo más intenso no siempre se ve. Me cuelo en tu habitación, entre tus sábanas, en tu cuerpo.
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He soñado contigo esta noche, y proseguiré con esta aventura durante todas las noches de mi vida. Jadeo de ansias, de deseo, de placer.
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