Acomodas tu ser
a lo que yo soy
con un poco
de más trasiego.
Hablamos de nosotros
con sencillas miradas
que nos proponen
llegar tan lejos
como sea posible.
No hay un lenguaje
de derrotas
cuando se trata
de ser más y mejores
entre sentimientos profundos.
Nos gustamos.
Hemos aprendido
a tocar sin arrebatos.
El cauce lo ponemos
en las realidades
más estimables.
No vamos a fracasar
ahora que nos perpetuamos
en la caricia
más comprensible.
Nos ponemos en forma.
Pescamos en una pecera,
y eso supone
un poco de trampa.
Nos podemos permitir
que las cosas se demoren,
pero no podemos consentir
que nos falten
los buenos sentimientos.
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