Vienes por la ruta acostumbrada, verde ella, a contarme todo lo que sientes; y yo te pido un respiro.
....
No tengo fuerzas para negarte, pero tampoco para afirmar todo lo que siento. Ayúdame a ser un poco más feliz.
....
Me has arreglado el alma, y ahora te pido ese combustible que nos hará viajar por tierras fértiles. No nos faltará de nada.
....
Terminaremos cuando podamos. No hay prisa ni por abrir ni por cerrar la oficina de los gozos. Nos podemos disculpar, si todo no va como pensamos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario