Eres lo más genuino que tengo, lo más cercano, lo menos programado, lo que me invita a no detenerme. Te entrego por ello lo más preciado que poseo, mi alma.
......
Busco tus palabras. Llevo tus anhelos con unas insistencias que me contienen. Nos congratulamos con aspectos destacados que nos mandan misivas que ya no vamos a entender.
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Nos volvemos más estúpidos que nunca y te digo que seguiré amándote. No me harás desistir.
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Lo intentaré tantas veces como pueda, y colocaré mi ánimo a tu disposición enérgica, que no me paralizará.
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