No podemos ni debemos disimular. Hemos adecuado el pensamiento a esos actos que son de justicia pura. Nos trasladamos a los cimientos de un encuentro posible. Interpretamos en galaxias de amor, y no sucumbimos a odios y a recelos. ……… Escuchamos las músicas de una paz que nos domina. Hemos intentado ser felices, y creo que estamos donde debemos, donde queremos, con lo espiritual puesto en su sitio. Nos llaman, nos atienden, nos reclaman, y nos disponen como amigos de la verdad. Somos vida, y algo más.
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Vamos a expedir los intereses que nos dictarán los reclamos con simpatías y con un gran contento. Mostramos las mejores caras y nos presentamos como novios por siempre de lo verdadero. No nos asustaremos.
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Nuestro recorrido, nuestro círculo, nuestro periplo, todo lo que tiene un sentido nos lleva sin complejos por la autopista particular de la salvación querida. Estamos listos para cualquier evento, incluso para los estímulos.
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