Me asustas en un contraluz que me provoca escarnio. Me atormentas en la espera que se hace larga y trémula, pétrea. Creo que me sorprendo con tanto tormento, sobre todo porque lo puedo aguantar.
……
No soy culpable de mi amor, ni siquiera reconozco que me he equivocado al venir a tu orilla. No quiero ser tu bracero, pero creo que estoy predestinado a ello. Tomo un respiro en este tiempo intranquilo.
……
Me regalas una emoción que me callo en una cueva de la que saldré como un hombre nuevo. Me vestiré por ti y para ti de mil colores. Te sirvo sin una prueba y te corrijo con un hábito que me piensa y que me disipa cualquier duda.
……
Me congratulo por un esfuerzo que me distrae más y más. Ya estoy mejor, aunque no te importe, que creo que no. Seremos tan originales como irrompibles. Nos sacudiremos del frío con buenas fogatas. Eres mi necesidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario