Estamos entre dos orillas que nos constituyen como personas francas. Nos mantenemos para buscarnos, para recuperar los sueños y la felicidad que nos dieron tanto en su momento.
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Nos trasladamos a ese mundo que nos hace menos anónimos. Nos salimos de la dinámica repetida que no nos conduce a nada.
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Me atrapas con respuestas que esperaba, pero que ahora me sorprenden. Me dejaré ser en ti.
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No provoques una ruptura que nos llevará a una mayor desazón. Podemos ser dichosos. Si reproducimos escenas ya vividas, aprovecharemos la experiencia para superar los aspectos costosos.
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