Cierras la puerta y te vas. Hasta el aire sabe que algo pasa. Los lamentos son el silencio, y éste dicta su sentencia. Adiós.
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El desarreglo es grande. Nos hemos quedado sin detalles. Nos apresuramos a arreglar cuestiones que nos sirven de bandera. Cambiamos de ilusiones.
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Seguimos las pautas de un descanso que nos hace falta. Nos desencantamos. Estábamos llenos de fantasías.
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La máquina del tiempo nos apresura para cumplir unos objetivos que nos provocan problemas y algunas frustraciones.
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