lunes, 11 de agosto de 2008

No ceso en las amistades que me proponen ser un dios elemental y harto de deseos. No nos hablamos, ni nos contamos nada, ni nos decimos lo que pensamos, que es, o debería ser, fantasía suprema. Nos rodeamos de pensamientos amorosos que nos otorgarán placer y sosiego. Pretendemos estar a gusto, y lo estaremos.

……

Yo te admiro. Yo me entrego a ti. Soy con tus caricias y entre mis canas. Guardo silencio: tan solo te escribo. Me siento sinceramente aletargado mientras espero una señal, la tuya. Descansa mientras te contemplo.

………

Hemos generado amor para millones de generaciones. Tratemos de superar las rencillas propias y ajenas. Podemos ser un poco más si renunciamos a astucias y a estupideces. Nos congratulamos por unas experiencias que son auténticas travesías en terrenos sin explorar. Seremos muy felices.

………

Te escribo con un aspecto sano que me invita a seguir por una carretera llena de pasiones. Nos estudiamos, pero recuerda que la primera impresión fue la mejor. Llegaremos a cientos de acuerdos.

No hay comentarios: