martes, 5 de agosto de 2008

Sin empate

Llevo todo a medias, y a ti también. Te pierdo entera, y también a mí.

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Hemos robado el futuro, y vivimos entre hipotecas que pagaron desde el pasado mientras no tenemos en cuenta el sabor del presente.

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Me declaro en rebeldía, con flujos que liberan el ser que no fui. Me desdibujo y te señalo con el dedo de algodón.

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Vuelvo para no ser, para no existir, para no poder.

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Te limpio el rostro, y tú me lavas el corazón. El empate no es, precisamente, técnico.

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