lunes, 29 de agosto de 2011

Convicción, colaboración y convencimiento

Avancemos con pronósticos sin reservas. Estemos con prontitud en el lado más querido, con suma grandeza.

Rastreemos por los motores de la existencia, para que no falte el combustible. No cercenemos el destino, que ha de tener vigencia en todo lo posible.

Hagamos que funcione la vida con reposiciones de lo más acertado, de lo conveniente, de lo que nos quita las aflicciones. Pongamos los casos más modélicos en los procesos de la pura negociación, de la comunicación, de las pláticas que nos hacen sumar ante las restricciones que practican algunos.

Nos hemos de poner en esa salvaguarda que ha de preconizar las astucias que bendicen quienes vienen con sus intenciones más hermosas, que han de ayudar en los procesos de superación de las convenciones.

El riesgo ha de ser un acompañante en el trasiego diario, en el despertar de la vida, en todo cuando vaya surgiendo. No rompamos las ideas que nos pueden dar consuelo.

Consintamos, con paciencia, que la existencia no es como queremos, y procuremos que los cambios sean paulatinos, o, al menos, ése ha de ser el intento. Las modificaciones tranquilas se consolidan más, duran más. Hablemos de ello para que la convicción, la colaboración y el convencimiento sean las pautas que podamos seguir. Debemos.

Juan TOMÁS FRUTOS.

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