Me enamoras con ese proceso que me lleva a verte como la premisa en esta relación, que es exponente de cómo hacer bien las cosas. Siento que las previsiones se cumplirán, y me gusta.
Abandonamos las voluntades de quienes nos asombran con sus maravillosas dudas entre eternas creencias que nos prefieren como somos. Tengo que contarte que te amo como premisa de entendimiento: no hace falta que nos conozcamos. Lo humano debe ser así.
Nos hemos sentido parte del sistema con unos planteamientos que saben a sentimientos que consideramos profundos.
Ya nos veremos en cuanto pueda ser. Nos hemos agarrado a lunas que nos devuelven la simpatía de quienes fueron antes de que llegaran las tinieblas.
Tenemos que avanzar con esos elementos que consideramos fundamentales. Sigamos con prestaciones a los que más las necesitan.
Los procesos informativos nos han de dar las sensaciones más coherentes y vivificadoras. Nos queremos en la noche, también en el día, como somos, porque somos. Las posibilidades comunicativas están ahí. No las derrochemos, ni tampoco seamos negligentes o pasotas.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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