Tomo nota de lo que dices, pero no te hago caso. Es un juego demoledor que ofende y que nos dejará a los dos solos. Tú te rehabilitarás, y yo volveré a mi cueva.
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No ha salido como pensábamos. Retornamos con la pereza del que vuelve con la voluntad medio herida. Nos quedan muchos años. Fuimos testigos de la alegría suprema, y nos convertimos en la estirpe más sana, por sencilla, en un universo de complejas querencias. Te engañaron, te dejaste, y me llenaste de una bruma que me impidió ver. No sé cuál será tu suerte, pero seguro que no será la mía.
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Me tomas a broma, y yo a ti. No hay manera de que lleguemos a buen puerto. Nos elevamos por lugares extraños, y nos damos la mano.
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