Tu amistad ya no es sincera, y por eso decido irme con la música a otra parte. Nos asombramos de las propuestas que nos eliminan con resoluciones poco humanas. Arañamos un objetivo que otros se quedan sin disimulo.
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Aplaudimos la última verdad, y nos quedamos medio embobados en las cuestiones más alucinantes.
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Abonamos un terreno que es desierto con cenizas. Hemos perdido el tiempo, pero, al margen de que no podíamos hacer otra cosa, nos sentimos destrozados. Nos llaman y nos dicen que podrá ser; y es.
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Dedico mi tiempo a ti, que es tanto como regalármelo a mí mismo. Soy dichoso con esta nueva experiencia. Eres mi “casa”, mi todo.
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