Soy feliz, solo por un instante más efímero que yo, pero lo soy. He dormido con el placer del deber cumplido, del amor desbordado, de las sensaciones en equilibrio. Es curioso cómo es la vida: hay circunstancias, personas, sentimientos que van y que vienen, y, en algún entreacto, nos conforman con situaciones especiales como ésta: soy feliz, amiga mía.
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Me incluyo en un catálogo que repasa las facturas con imposiciones de verdades profundas. Hemos organizado todo lo que merece la pena, y estamos en condiciones de ser más y mejores.
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Te estimulo con respuestas que me proponen ser un poco más bueno. Lo seré en el futuro con la apuesta firme por ti. Te quiero mucho, y más que te voy a querer.
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