Aportemos en esa noche que nos ha de traer desgana.
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No nos hemos visto lo suficiente.
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Nos trasladamos para dar con una correa de transmisión.
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Nos influimos para dar con el corretaje perfecto.
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Nos hemos propuesto estar.
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La vida es distracción.
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Prediquemos con hechos nuevos.
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Vayamos un poco más lejos.
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Las aventuras nos sostienen.
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Hemos de comulgar con esas ruedas de molino.
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Nos preferimos en la noche, y, sobre todo, en el día.
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No regalamos nada. Las ofertas aparecen solas.
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Te diré, o no te diré. Te pensaré al menos.
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Las bromas nos imparten doctrinas.
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No te tendré que ver todos los días, pero te imaginaré.
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Nos hemos sorprendido.
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Las devociones nos influyen con su corte más sano.
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Nos prestamos entre sensaciones nuevas un amor que me destruye.
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Siento que las existencias sean así.
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Nos hemos volcado en lo nuevo.
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Nos distraemos. Seguiremos otra vez.
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Las enterezas nos influyen con sus gratas cargas.
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Veremos dónde estamos la próxima vez.
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Te escudas en esa nada que nos protege como puede.
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Nos alimentamos como podemos. Nos asistimos con preferencias nobles.
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Te veré en otra ocasión. La mitad es.
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No podemos navegar por todas partes.
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Sintamos los pronósticos.
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Las consecuencias siguen vigentes. Parece que sí.
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Las formas se apañan.
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El amor es hoy deseo, más deseo.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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