Aguanto hasta donde puedo, y confío en un mundo que me brinde lo mejor, lo que equivale a ganarme tu devoción. He divisado un milagro y ahora trato de meterme en él. No sabes lo contento que estoy de entregarme a una causa que resume muchos esfuerzos.
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Nos consentimos tanto que somos verdes figuras en un lugar azulado por las conclusiones amorosas a las que nos hemos acercado. Nos hace gracia todo, y somos el todo sin poseer nada.
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Te llamo desde la cautela que nos convence de un entusiasmo que nos agasaja con fórmulas más que mágicas. Preparo con devoción un pasado que es presente. Cada día viene un estímulo nuevo en el que soy todo lo que quise ser: una persona feliz junto a alguien como tú. Así de sencillo.
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