Niego la mayor, y la menor, y casi todo lo que viene. Los vencimientos nos hacen periódicamente previsibles, y caminamos hacia las emociones con consecuencias rancias. Estamos entre amistades peligrosas que nos convencen de ser algo más. Necesitamos estirar las piernas con visos de amistades profundas. Nos ensalzamos con versiones que nos anulan las posibilidades con misterios y con asuntos propios. Volveremos a ser lo que no somos, lo que precisamos.
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Te pienso en este día en el que el mejor regalo eres tú. Vuelvo con la camisa encendida, con el pasatiempo comprometido, con la voluntad en su sitio, y te cuento que nos adoramos con invenciones de todo género. Avisamos de lo que somos, y somos mientras podemos.
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Nos distraemos con películas que nos incluyen en aventuras piadosas que nos proponen ser lo más verdadero. Hablamos desde la distancia que nos permite recorrer todos los espacios del mundo. Nos inculcamos unas perezas que luego nos detienen en lo fundamental. Es casi una obligación el que cambiemos el “chip”.
………………… Nos convencemos de la doble moral, y nos equivocamos doblemente. Con el paso del tiempo, la distancia de lo razonable nos hace mucho daño. Es cuestión de hallar la línea recta.
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