Estamos juntos, unidos por fin, con todos los resortes para enjugar nuestras lágrimas y seguir con fuerza. Estamos en el compromiso máximo de una existencia que nos propone ser con entusiasmo, con garra, con invenciones de poder hechas realidad. Bordamos con finura toda una orgía de sentimientos profundos: espero que sean igualmente duraderos.
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Podría decirte muchas cosas especiales, pero no superarían el grado de excepcionalidad que tú interiorizas y que de vez en cuando me otorgas. Soy un número más y mayor desde que te conozco, desde que me relaciono con esa diosa que eres tú. Me presento como un humilde súbdito que se complace en ayudarte y de ser ayudado.
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Ya no hay pesimismo, no lo puede haber. Nos rodeamos de rutinas que hemos torpedeado y roto por todos los costados de la vida. Pido perdón por los errores y sigo mi travesía con un propósito de arreglo. Nos aupamos en una procesión que nos impedirá retroceder. Nos damos mucho, y ésa es mi fortuna. Todo irá estupendamente.
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