Consultas

Preparamos la pócima mágica. Nos implicamos en situaciones que no comprendemos, y nos comportamos como amigos de la verdad que nos dirige hacia misiones casi imposibles. Hemos aclarado las coyunturas con más propuestas de la cuenta. No cabe el descanso.

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Hemos inventado la realidad de los muñecos que vinieron con la gloria en puro fingimiento, y hemos solicitado una atadura menos para combatir en el desierto. Las presunciones de inocencia nos comparan con unas enterezas menos creíbles. Leemos y nada entendemos; y nos susurramos con caricias que nos recuerdan que tuvimos una adolescencia feliz. Ahora nos culpamos de no tener las mismas circunstancias, y lo cierto es que no debemos atrevernos a mirar hacia otro lado.

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La casa se ha quedado sola. Todo retumba. Nos inculcan emociones que nos responden con astucias que nos dirán lo que puede ser, que no es, que no será. Las propinas nos conducen por sendas que nos cansan antes de empezar. Consultamos, y seguimos sin averiguar lo que necesitamos.