Buscamos avisos que nos impongan una vuelta hacia el mundo de las miserias, y eso no nos conviene. Hacemos un amago para volver al mismo punto, y regresamos con las campanas al vuelo. Nos anulamos como personas, y nos reconocemos siendo frutos de la nada. Nos proponemos estar con los elementos fundamentales, y balbuceamos sobre los intereses que nos asimilan con gustos y con buenos deseos. Las preferencias serán dichas en tiempo y en forma.
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Nos queremos como reyes, como somos, y somos caminando hacia el futuro que nos ancla con fecundaciones “in vitro”. Hemos colocado muros en el desierto, y nadie va, y nadie descubre, y no somos personas entre desprecios que nos niegan como humanos. Tener razón objetiva, superficial y materialmente equivale a tener nada.
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Nos arrastramos con fuerza en pos de una misión que hacemos imposible. Nos lanzamos a un ruedo que nos previene con causas que nos postulan como amigos de la virtud que nadie ve. Presento lo que no tengo, y soy sin ser casi nada. Echamos un vistazo, y el programa nos elimina de una faz que nadie entiende.
…………… Paseamos y pensamos que todo tiene un interés, y no siempre es cierto. Las razones nos duelen con biologías pasajeras. Nos invitan, y apenas nos llevamos bien con nuestros deseos, que no hacemos realidad. Debemos compatibilizarnos.
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