Acepto y callo

Consiento, y digo, y recorro todos los huecos de unas venas en expansión. Los sitios cercanos nos corrigen con actitudes primerizas. Las alas nos llevan a volar: despertamos. Las promesas se han hecho realidad con diferenciaciones que nos elevan los espíritus con ganchos que sanan las heridas de millones de años. Acepto las actitudes, las fórmulas de autoridad que nos atraen. Triunfamos prescindiendo de lo superficial, de lo que no vale la pena, de lo accesorio, de lo que no tiene categoría. Callo ante las miradas atentas de los que alcanzan a vivir la paz de los justos: empezamos a serlo, y lo seremos más. Hoy estoy en tu plaza, y saboreo todas tus partes. Te beso de principio a fin.