Agárrame fuerte

No me sueltes. Trata de estar conmigo en esta noche difícil en que pierdo todo, en que me quedo más solo que la una, en que abomino de mi estirpe y experimento que no llegará el alba como yo la conozco, o la conocía. No me dejes de tu mano: te quiero a mi lado, te necesito. No podría seguir adelante sin ti como paladín, como banderín de enganche, como tarjeta de apoyo, como elemento básico y real. Suelta todo el peso que llevas, que podemos sustentar, y súbete el carro alado que nos conduzca por las cavernas de los tesoros de mil abordajes y aventuras. Pórtame con tus tentativas, con tus avisos, con esas sorpresas que tú sabes en este recorrido largo y con velocidad. Tienes el nivel necesario en esta jugada que nos falta, que nos propone un escapada hacia la montaña mágica y espectacular. No me abandones a mi suerte, que no será tal sin ti. Agárrame con fortaleza, con versiones y fuegos, con elementos queridos, con sombras de protección, con momentos de fulgor, con tolerancia suprema. Ahora más que nunca te preciso: eres mi pecho, mi cabeza y mi espalda. No te me vayas: tienes mi felicidad en tus ojos.