Aprieto tus carnes
con las mías,
y surge la devoción
de una naturaleza articulada
por un bien común,
que ya entendemos.
Junto todo lo que soy
a ti, mi bien,
y pido menos
de lo que soy capaz
de descifrar.
Tomo medidas.
Las cansadas mañanas
se han declarado en fuga,
y entiendo
que estamos hechos
para el empleo
de unas energías conjuntas.
Somos puro significado.
Lo específico nos consulta
pruebas que aclaran la voz,
que se empaña ahora
por un dolor inducido.
Nos beneficiamos
de las líneas de unos amores
en desarrollo.
Tengo especiales intereses
en una madrugada
que sumaremos
con desayunos bien ganados.
Espero tu acuerdo.
Me miras.
Te contemplo
como a una reina.
Lo eres.
No decimos nada,
pero lo entendemos todo.
Bailamos.
No hay cansancio.
Seguiremos.
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