Comienzo y camino

Algo o alguien me dice que estás ahí, y yo sé positivamente que no hay nadie, que no queda la esperanza que en otra época recogí. Todo se ha secado, o vencido, o vendido, o deteriorado por el paso del tiempo o por el desuso. Me engaño, me engañan, me dejo mentir por un destino sin universales, sin exclamaciones de placer, sin versiones originales que nos arrastren hasta el contento. La existencia transcurre con sus complejos y soledades, y nosotros quedamos en medio, como si todo tuviera un sentido, o parte de un sentido, o algo que decir. No me vale lo que tengo, no me vale lo que soy, no me vale lo que aguardo. Las risas no son consejeras en este tránsito hacia las cataratas y el precipicio sin final. Ya veremos: si el comienzo condiciona el día, éste no será el mejor.