Con caridad en los ojos

Te veo en esa postura en la que somos los dos en uno. Nos acercamos al nuevo curso que es apuesta con resortes variados.

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Programamos algunos aspectos que se niegan entre sí. No vemos lo que nos conviene. Ya estamos en forma.

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De diario advertimos cuestiones que dejamos de lado por motivos que no acertamos a confesar.

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No damos con esa clave que es tecla para tocar la música que ya no ha de saber a protesta.

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Vivimos en ese residuo que es ridículo en el margen de cuanto sobra. No damos con opiniones creíbles.

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Nos dedicamos a vivir en un ensalzamiento que es gusto por lo que vale la pena. No vamos a apostar por lo perdido.

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Nos declaramos amantes de las ilusiones que nos podrían llenar de fantasías. Vivimos entre títulos que no entendemos.

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Superaremos la crisis con una apuesta por la oportunidad más cierta. Nos creemos casi todo con mucho temple.

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Hemos insistido en los proyectos que nos gustan con ese amor que sabe a certeza. Ya estamos en forma.

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Torpedeamos las actividades en las que nos fundimos con mucha entereza y mejores modales.

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Hemos declarado que podemos. Somos entre certezas que nos funden con pasiones de todo género.

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Llegan esas noticias que me dicen que te has ido sin apostar por las suficiencias. No podemos atender jornadas que se nos escapan.

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Vivimos con tonos que nos defienden todo cuanto pueden. Ya estamos bien. Algo no termina de funcionar.

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Iremos a ver un todo que es parte con unas fusiones de tecnologías variadas que nos asaltan con pasiones.

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No estamos en esa envoltura que terminamos. Estamos en ese poso que no vemos. Nos volvemos. Todo irá fenomenal.

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Hemos estado en ese sitio que es flecha que vuelve con sus puntas agudas y contaminadas. Nos preñamos.

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Hemos aclarado que podemos estar con ese bombeo permanente de oxígeno que nos consume.

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Nos falta espacio para ser nosotros mismos. No podemos estar en ese puesto que podemos defender solo a medias.

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Los accidentes nos refrescan la memoria de una finitud que nos deja donde siempre debemos estar.

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No podemos considerar que las normas se hayan de imponer con reglas que no sirven, finalmente, a lo general.

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Repescamos algunos entusiasmos que nos conducen por itinerarios que nos difuminan los fines.

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Las categorías nos sirven para excluirnos de los indultos que hemos defendido para nosotros y para los demás.

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Hablamos de paciencias, de pasiones, de ilusiones, de carencias, de todo, de parte, de vuelta atrás.

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No podemos aclarar conceptos que se nos escapan. No sé por qué estamos en un lugar de impacientes luchas.

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Nos consumimos por razones que no terminamos de ver con la fuerza de atrasos que se nos escapan.

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Nos sentamos. Hemos visto maneras que se incrementan con solicitudes que nos escuchan solo a tientas.

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No damos con los aspectos y perfiles educados que invitan a echar de menos mucho más de lo que pensamos.

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Las suficiencias nos reducen en lo claro. Nos movilizamos para dar con las pérdidas más incorrectas.

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Evitamos las situaciones que se calman en estados de chulería mayúscula. No podemos atendernos bien.

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No podemos recoger los espacios más insanos. Nos volvemos para ver todo y casi nada. Hablamos con certezas.

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Nos insinuamos algunas impaciencias que nos relacionan los deseos con motivos que no vemos.

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Los elementos extraños nos consumen con protestas que comienzan de nuevo. No vemos lo que nos gusta.

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Las invitaciones de años mozos nos conmueven y consumen con sus respuestas no claras. Vamos por delante.

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No hemos devuelto esa mitad que fue todo cuando teníamos un cierto interés en sobrevivir. Ya estamos bien.

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Nos hemos revolucionado un poco en cuanto hemos visto que las cosas se nos escapan por resoluciones inciertas.

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Iremos a contar con fórmulas de accidentados resultados. Nos explicamos objetivos que no sirven.

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Hemos deseado las invitaciones que luego no hemos utilizado. Las sombras crecen en la nada.

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Nos ilusionamos. Hemos envuelto una aparición con vuelta atrás. Veremos el origen. Nos morimos en esta vida en la que nos falta el aire.

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Nos inculcamos unas avaricias que rompen bolsa y saco. Nos inmunizamos. Hemos insinuado un sí.

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Nos damos una valentía que nos trata con colocaciones que nos arrastran hacia la nada. No estamos como querríamos.

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Nos abocamos a imposiciones que fuerzan las máquinas de las luchas impacientes. No daremos con nada.

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Las impresiones nos abocan a rescates que desganan a aquellos que aprecian casi todo. Nos exculpamos.

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Aprendemos de memorias que nos piden que volvamos por esos foros que no entendemos.

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Vehiculamos algunas rabias que nos piden volver para no estar. Ya no podemos mucho. Hemos apostado por divertimentos complementarios.

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Nos demostramos algunas carencias que son rescates de preferencias dichosas. Nos implantamos soluciones.

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No podemos partir de hechos que nos disimulan las cargas que no podemos pagar. Ya vivimos una épica maravillosa.

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Nos aclaramos algunos conceptos negados de antemano. Nos envolvemos en una noche exterior.

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Predicamos con reglas que nos presuponen ir y volver con lo favorito. No podemos entendernos al revés.

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Hablamos de estar, de ser, de poder, de consumir lo que es combustible para llegar tan lejos como merecemos.

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Predicamos en la noria de la ilusión perdida en la dirección equivocada. La misión nos hace fracasar. Hemos demostrado que podemos aprovechar otra oportunidad.

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Sobran buenas intenciones en ese corredor en el que aprendemos a compartir. La noche nos hace humanos, más humanos de lo que parece.

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La existencia solitaria nos envuelve con caridad en los ojos. No hay ley para lo que sucede.

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Las costumbres nos dejan con proyecciones sin consensos. No hemos aspirado a mucho más de lo que tenemos.

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Las medidas de consumación impersonal nos aclaran hacia dónde queremos ir. Nos decimos que sí a la igualdad.

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Hemos mirado hacia ese lugar de méritos gloriosos. Las conquistas apasionadas nos hacen irreversibles.

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Nos hemos prestado a consultas que nos han de hacer mucho más amigos. Nos parecemos.