De fiesta

Hoy es un día “magnífico”. Voy a comenzar por la caridad por mí mismo, y me voy a alegrar la jornada. Tengo por delante un sinfín de posibilidades. Todo será rentable, aunque venga de manera esporádica. Contaré con grandes apoyos para abandonar los malos hábitos y conservar los buenos, que se multiplicarán. Evitaré que las influencias exteriores me lleven por derroteros poco loables. Será un buen día para el juego, sobre todo si es sentimental. Pisaré un terreno formidable. Serán unas horas para poner remedio a todo. Dejaré el rencor a un lado y saldré beneficiado. Conoceré, seguro, a alguien interesante. Corrijo: todos los días lo hago, pero hoy repararé en ello. Tendré una panorámica frente a los “problemillas”. El organismo responderá. La experiencia será repetible: deseo y espero. No consentiré que nadie me saque las castañas del fuego: lo que sea menester lo realizaré yo mismo. Analizaré minuciosamente todo lo que tengo, y aprovecharé al máximo todas mis actividades desde una consideración de relajo. Animaré mi memoria. Iré a tope de energía y la quemaré bailando y haciendo deporte. Esta bondad redundará también en lo físico. Será una jornada para la aventura, de la que soy amante. Apreciaré lo que tengo enfrente, y profundizaré más en las cuestiones vitalistas, más relevantes. Combinaré la animación con el humor. Asediaré y combatiré los malos sentimientos. Compartiré mis ratos de ocio, y dejaré el trabajo en un lugar secundario cuando alguien me haga un guiño. Me convertiré en mi propio “santuario”: no seré más importante que los demás, pero tampoco menos. Me despertaré un poco y torearé con fuentes bulliciosas, que me nutrirán con sus aguas minerales. Buscaré lugares saludables que inclinen mis deseos hacia muestras amenas. Perseguiré, asimismo, que el arte no sea efímero. Me involucraré más en lo descabellado y me rescataré de un periplo que me podría hacer irreconocible. Viviré un poco más en un festival rosado y verde, con el azul de fondo. Será posible y equitativo.