jueves, 24 de julio de 2008

El futuro que se abre

No me esperes en ese círculo que has creado para doblarme la espalda. No me digas lo que piensas, ni lo que aguardas con las palmas abiertas. No me hables: hoy no, y, si puedes, tampoco mañana. Me has oprimido y deprimido con tanto exceso que me vuelvo al comienzo de una etapa en la que no sabía de ti. No te esfuerces: en esta jornada no, y mañana tampoco. ................... Voy deprisa hacia la montaña que mueven los más madrugadores. Me sumo a los vencidos: prefiero estar en ese lado. Me despierto con la enésima broma. Salgo con la nada debajo del brazo. Me voy corriendo, descentrado, pero contento por el futuro que se acaba de abrir. Despierto.

No hay comentarios: