En la noche olvidada

Sufro, hoy sufro mientras me llevas al umbral de una pasión que ya no compartimos. Estaremos juntos.

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Me ofreces un poco de amor, quizá más del que calculé, y ahora te siento como esa parte que será todo.

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Masificamos los aspectos más creíbles con una voluntad que nos hará sentir que todo es en la distancia.

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Me preparo para estar donde nada es lo que parece. Hemos sido testigos de nuestro tiempo.

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Hablamos de dónde estamos, de cuánto tenemos, de lo que podemos, y somos en unos días que son meras apariencias.

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Me has comunicado todo lo que sientes en este lugar de apetencias engañosas. Te diré que sí.

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Me has olvidado en un momento que pudo ser neurálgico. Nos comentamos lo que somos, y somos en el puro vacío.

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Hemos hablado de cuestiones, de avisos, de penitencias, de dolores que nos mitigarán lo que no es.

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Validamos algunos deseos que convertimos en los humos de un encuentro que sabe a representaciones.

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Veremos dónde queda el papel del olvido. Nos hemos enterado tarde y mal de las carencias en las que nos movemos.

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Somos lo que somos. No debemos perder la perspectiva de un mundo que sabe a umbral con pobres intenciones.

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Vencemos las malas artes de quienes quisieron llevarnos por lugares esquinados. Hemos adivinado mucho.

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Te pones a sentir lo que no te pertenece mientras adoras a ese anhelo que se impone a tu mente.

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Estamos preparando los recorridos de un espacio diferente. Nos comunicamos que el camino puede ser verdad.

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Te vale todo como es, como llega, como podemos. Hemos puesto toda la carne en el asador.

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Vuelvo para contarte que seremos en un nuevo espacio que animará a cuantos vengan con una moral deteriorada.

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Nos invitamos a ser nosotros mismos en una especie de asamblea de cuatro memorias. Nos ahogamos.

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Hemos mirado sin ver. Negamos las evidencias de otros instantes que pudieron ser gloriosos.

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Te vale lo que ves, lo que te cuentas, lo que tiene la inversión en el corazón, que has de seguir con firmeza.

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Te has acorralado con memorias que aniquilan todo cuanto fuiste entre penumbras y claros deseos de una paz que no termina de llegar.

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Me has mirado, y apenas has visto lo que llevas dentro. Nos hemos contado experiencias que ya quedan en lo ajeno.

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Tengo que parar lo que ocurre con una intención de pensamientos rotos. Nos convencemos de lo que no entendemos.

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Ninguneamos las evidencias de lo que fue un trayecto con respuesta aderezada de la mejor manera posible.

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Te he dicho que te quiero, que te adoro, que estoy por ti y en ti. Nos hemos comentado que las cosas son lo que deseamos.

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Las convenciones de otras etapas nos influyen con unas adivinanzas terribles. Hemos aplicado algunas fórmulas.

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Te llega todo de cualquier manera. Nos consolamos con implicaciones de resoluciones devueltas a cualquier precio.

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Hemos tocado fondo mientras hemos llegado a ver lo que no ocurre. Nos comunicamos algunas cosas.

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Nos volvemos con la terquedad en las manos, con el odio entre una sábana y otra. Perdemos las ilusiones.

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Hemos tocado fondo. No sabemos qué hacer. Se nos escapa ese amor que dibujamos con la vehemencia de los años más informales. Ya veremos.

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Nos hemos comunicado la fecha de vencimiento. Nos tenemos que ir. Separamos vidas e intenciones con una garra que rompe la piel, y el corazón.

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Te molestas en decirme que me quieres cuando sabes que no es así. Me has contado cosas en las que no crees. No tendrías que engañarme.

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Me voy deprisa hacia ese lado que define la aldea en la que vamos a vivir. Nos comentamos experiencias nuevas.

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No podemos consentir que las cosas se nos escapen. No estamos bien. Vamos a hacer lo que tengamos que hacer.

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Venimos a contar cosas. Las noches nos olvidan en los sitios de delicadas facturas. No hemos resuelto nada.

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Me vale lo que es distracción con insinuaciones de tomadura de pelo. No vamos a volver. Ya no podemos.

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Restauramos algunas actividades que nos sirvieron de entretenimiento. Nos comentamos muchas cosas.

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Hemos venido a vender y a entender reflejos que nos aclaran lo que somos. Venimos bien.

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Nos consultamos algunas experiencias que nos indican el buen camino. Creemos en nosotros mismos.

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Necesitamos ese espacio que fue compostura de apariencias y sugerencias en las que creeremos a pie juntillas.

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Hemos apetecido un amor que ahora no seremos capaces de brindar. Los modales lo son todo.

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Nos consultamos las experiencias de otros instantes y decimos que la validez la hemos de poner nosotros.