No estás lejos

Estás lejos, mucho, pero no estás sola: me tienes a mí, ahora, como antes, siempre, amiga mía. Analizo lo que tengo, y veo que encajan las piezas. Podemos conversar de todo, convencidos de que somos una pareja sin mediaciones y sin abstenciones. Cosecho la moderación con una boca jugosa que nos elige en la noche, y también en el día. Nos consumimos de y en deseos y de tanto placer, y nos valoramos en un lugar de apetencias infinitas. Escribimos el nombre que anhelamos, que pensamos, y nos resistimos a no amarnos: estamos hechos el uno para el otro, aunque suene a tópico. No salen las cosas como uno quiere, pero nos tenemos para resistir, para apuntalar una relación que nos entrega los mejores instantes con unas fórmulas de poses increíbles. No estás tan lejos. Es una cuestión de perspectiva.