jueves, 10 de julio de 2008
Paso a la esperanza
Hablamos de focos de tensión, de cuestiones financieras de toda índole, de laberintos que conducen a situaciones que colocan al mundo, a todos nosotros, en una espiral de violencia difícil de aplacar. La mano oscura es alargada y se cobra millones de piezas todos los días en forma de enfermedades evitables, de hambrunas, de guerras, de injusticias… Ciudadanos y ciudadanas de todo el orbe padecen el desgarro de ese dueño total que es el dinero, que no conoce ni gobiernos ni equilibrios ni repartos hacia quienes tienen necesidad: solo busca el imperio, el mando, el poder y ocupa unas plazas infranqueables. No hay paso para los posibles cruzados. El desnivel es tan grande que no es posible que demos con la salida airosa. Todos disponemos de los datos de cuanto está ocurriendo: no nos vale decir que no lo sabemos, que no lo conocemos, porque hoy en día el tener información es cuestión de voluntad y de perseverancia. Sabemos por donde van las tendencias, y no las detenemos en aras de la cautela y para evitar la “desestabilización”. Es, no obstante, el momento de buscar en nuestro interior y de sacar esas fuerzas que pueden cambiar el mundo. No olvidemos que, si no lo hacemos, no habrá planeta Tierra que habitar. Podemos desde la esperanza. También debemos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario