martes, 22 de julio de 2008

Reflexiones de una tarde de verano

Soy yo, aunque creas que no, pese a tu mirada torcida, si bien nada es como antes. Me reconocerás algún día de nuevo, y entonces volveremos al punto que nunca debimos abandonar. En serio: soy yo. Lo verás.

.....................................

No me extraña lo que dices, lo que haces, lo que me devuelves en forma de propina ofensiva. Lo esperaba de algún modo, aunque ahora pienso que no merezco un trato tan estéril y desigual. Me he vuelto un bobo al aceptar el estado de cosas que tú y solo tú propones para olvidar otras referencias. Retorno.
......................................

Hemos disimulado para nada, para regresar a un pasado sin futuro, con frustrantes promesas que todo el mundo olvidará. Estamos sordos y ya empezamos a enmudecer. Supongo que la respuesta no llegará, sobre todo porque sabemos que no merece la pena.

No hay comentarios: