Mañana, amiga, tendremos un horario especial, una franja indeleble que nos portará a un mundo mágico donde el amor será de verdad el gran hacedor de nuestras vidas. Será mañana: ten paciencia, que seguro que merecerá la pena.
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No me olvido de ti, aunque lo parezca. Estamos en el tono adecuado, si bien no coincidimos en la frecuencia. Nos tomamos el té de la consideración sin inventos, y nos ponemos a practicar el beso del cariño infinito. Todo llega, y mucho más que tiene que venir. De verdad, corazón, que no me olvido, que no me puedo olvidar.
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