lunes, 21 de julio de 2008
Te acepto de verdad
Te veo y todo lo consiento: me curas de espanto. No hay dolor, ni peno, ni entiendo de frustraciones. Aligero la vida con más vida, y superpongo la alegría a cualquier asomo de tristeza. Estamos en una locura que nos divierte, que nos provoca, que nos evita ser lastimados. Asiento ante tus consejos que me colocan en una ubicación de salida que sustituye cualquier deslealtad. Te doy la enhorabuena, y tú me devuelves al punto del no retorno. Seremos felices entre consejos de paz. Las buenaventuras nos rozarán con unas varitas mágicas que nos subirán el espíritu. Te miro ahora, y te acepto de verdad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario