lunes, 21 de julio de 2008
Un sinsentido
Apenas tienes una década y ya muestras odio en tus ojos. Golpeas con rabia, gritas, empujas, ofendes, vociferas como un loco, y regalas fanatismo e incomprensión. Sí, entiendo que no debo calificarte. Eres un niño. La culpa es de tus padres, de tu entorno, de los que contemplamos la situación indecorosa y no hacemos nada para evitarla. No has aprendido porque no te hemos enseñado. Hemos hecho caso omiso a muchos eventos como el de esta tarde. Siempre hemos pensado que se trataba de episodios excepcionales, utilizando como atenuante para ti, y no para nosotros, el hecho de que eres un niño, tan solo un niño. Y es verdad, repito: la culpa no es tuya. Hemos consentido demasiado, y hemos sido demasiado tolerantes con estos capítulos de violencia. Aunque sean de tipo menor, protagonizas actuaciones bastardas que poco dicen de la sociedad. Lo malo de esta tarde no es lo que he visto en ti: lo pésimo es que a través de tus ofensas he visto a una sociedad culpable. No tiene sentido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario