Hasta la próxima

Nos hemos despedido: es el caos, la explosión, la nada, el hundimiento absoluto. No seguiremos adelante. La compañía se ha disipado, y la soledad nos impone su trágica ley. La huida se ha prestado a unas cobardías singulares que nos asolan el corazón. Vamos sin prisa, sin pausa, con nacimientos prematuros que nunca disfrutaremos. Los árboles han sido talados y nosotros con ellos. Nos hemos derrumbado ante la presión de una relación frustrada. Ya no queda un dios, ni una diosa, no en esta Tierra que tiene un poco de menos sentido sin ti y sin mí. Hemos jugado a la conclusión y andamos por caminos diametralmente opuestos. Quizá demos la vuelta completa al círculo irreal, y puede que nos veamos en el otro lado. ¡Hasta la próxima!