miércoles, 9 de julio de 2008
No te enfades
No te molestes, amigo, que no voy a hacerte daño, que intento ayudarte como sé, que quizá no es mucho. No te entregues a la maldad, no seas así, que, si yo no te comprendo, es por falta de intuición, pero no por carencia de interés en tu bienestar. Sé prudente, da un paso tranquilo, y no seas "enrevesado". Yo te quiero mucho, y te amo como eres, sin ponerte ningún género de condiciones. Te expreso mi convicción de una entrega absoluta, inteligente, compartida, "a mandibula abierta". No anhelo vivir permanentemente "hospitalizado". Las flores aparecen por doquier, y es cuestión de que queramos verlo. Digamos "no" al odio, y pongamos manos a la obra para verter el tarro de las esencias, que debemos llenar una y otra vez. Te amo como eres, y no quiero desperdiciar otra ocasión. Amigo, por favor, no te me enfades.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario