miércoles, 9 de julio de 2008
Petición de protección divina
Hado bueno, no dejes que me duerma, que debo velar por mi niño, que es mi vida, mi ilusión, que es de todo lo que más quiero yo. Celeste mía, guíame como sabes, de noche y de día. Presencia indeleble, cuéntame lo que piensas, cuéntame lo que quieres. Ofréceme lo que soy, ofréceme lo que piensas, y no encontraré mejor regalo en toda la Tierra. Eres un don de fortuna, eres la ilusión con presencia, eres la virtud de la clara y de la pura inocencia. Ángeles de todo el mundo, ángeles de toda creencia, pensad en la salud y en la paciencia. Respondedme todos desde los cuatro rincones del universo, que deben saber lo que ahora pienso. Medito sobre el amor, sobre la vida y los encuentros, sobre todo cuanto tiene un sentido claro, variado y diverso. Mi niño está conmigo, y yo estoy con él, y no me conformo si no le hablo a ese bien que me recuerda a todo lo que fue y de nuevo, por fin, es. Hados de toda el planeta, dadme la buenaventura y proteged como sea a esta bendita criatura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario