jueves, 10 de julio de 2008
Regalo buen humor
Vendo buen humor. Mejor dicho: lo regalo. Te convenceré de que puedo. ¿A quién? A ti, mi niña, mi amigo, mi convencido, mi adorado desconocido. Sí, hoy estoy espléndido, y lo que es mejor: espero estarlo mañana, gracias también a vuestra colaboración. Confío en que regrese cualquier sonrisa que entregue. No reparto estos sentimientos de alegría con el objetivo de una vuelta multiplicadora, pero mi esperanza es que la siembra dé sus frutos, y que éstos viajen por todo el mundo, mostrando el mejor perfil de la mayoría. Amigos y amigas, hoy decoro vuestros cuerpos, como el mío, con una óptima intención. Mi afán es no equivocarme, y, si lo hago, ya anticipo el perdón acompañado de miles de carcajadas para animar y para animarme. Contad y contaos que es el momento de partir la tristeza en cientos de partes y de neutralizarla con el veneno del amor, que nos hará incombustibles. Hoy es un regalo: así lo veo, así lo entiendo. Por eso también reparto lo que tengo, que en estos momentos es pura alegría y un enorme deseo de paz. Sois mi don, lo reconozco, y os devuelvo lo que me aportáis. Regalo buen humor. ¡Que dure!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario