Me asomo, amiga mía, un instante de amor para decirte que soy solidario ante ese incendio al que te ha arrojado la vida. No quiero dar ni una pista, porque no deseo más mortificación. No digo yo que haya que olvidar, que no podrás, que no podremos, que no debemos: afirmo que seguiremos adelante con la camisa negra, rota, con sus colores preferidos, y llenaremos todas las calles del mundo con su simpatía, con sus palabras amables, con sus intenciones, con su obra, con todo lo que tenía que hacer. En nosotros estará vivo, y nosotros vivos con él.
.........
Te manifiesto mi amor. Estoy aquí, en silencio, sin cambios, con las definiciones más amplias. Nunca estarás sola, aunque te lo parezca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario