Un fascinante misterio

Rejuvenezco en esta “carrera” que es una "Maratón" increíble. No podrán conmigo los sabotajes. No responderé tampoco. Iré a mi bola, siguiendo mi propio juego. No me derribarán. Eso quisieran ellos. Mi naturaleza no me llevará a agujeros negros. Viviré en un mar abierto de par en par y con millones de puertas de entrada y de salida. Te conozco en pleno juicio, y no lo perderé. Derretiré las barreras y todo será un océano transparente. Visitaré las impresionantes costas de tu cuerpo, que se encerrará con el mío, ya poseído por ti, encadenado a tus pasiones. Me voy a sumergir en tu territorio, siguiendo los pasos de una conquista ciega. Seré un aventurero ante un desierto que acabará en algo más. Te exploraré. Con instinto y con tono irónico me moveré de un lugar a otro. Tus aguas templadas me darán el puro oro que no persigo. Me has metido en el bolsillo. Haces un papel que expresa secretos inconfesables. Ya es la hora. Estoy enamorado sin remedio de tus labios y de tus jugos, y me pierdo en ti sin remisión. Has aportado un destino repleto de iconos sexuales. Me adecuo a tu provocación sin sembrar la polémica. Me disfrazo para despertar tu simpatía. Me centro en ti y me acerco a tus aires, que son míos, que son “amaneceres” con impredecibles comportamientos. Te veo como una leyenda viva. Las palabras están aderezadas de perplejidad, de turbación. Me acorralas, y yo me dejo de buen grado. Asumiremos una plaga de éxito y de ambición. Desnudamos los deseos de nuestras almas y no albergamos ni un solo recelo sobre nuestro amor. Vamos a transgredir lo establecido en pos de lo que deseamos. Nuestras jornadas serán divertidas e impactantes. Tenemos notables capacidades para curarnos, para renovarnos, para regenerarnos y para volvernos a recuperar. Nuestro cariño es abundante y espeso. Mientras otros se tiñen de negro, nosotros lo haremos de blanco. Me he granjeado tu estima y no voy a reprimir lo que te devuelvo con creces. Tienes un fascinante misterio, e intentaré descubrirlo. Has roto las fronteras del cosmos. Ahora sí tenemos una profesión estable: la de amantes. Seguiremos con el tratamiento.