Una pista

Te cuento aquello en lo que creo, y te digo que creo en ti. Tú resumes todo por cuanto he luchado. Has agrandado mi corazón, y lo has hecho más comprensivo, más de lo que acierto a explicar. Te considero mi amiga, mi confidente, mi amante, mi solución a los problemas, mi depósito con carburante para años luz. Abrevio mis comentarios expresándote que te amo, que te quiero por encima de todo y que no pongo ninguna cortapisa, porque no hay lugar a ella. No bromeo con lo que pienso, con lo que te traslado, con lo que siento: la vida tiene un antes y un después desde que llegaste a mí, y doy gracias eternas al Buen Dios por ello. Son muchas las sorpresas gratas que me han traído los últimos tiempos, pero como tu luz ninguna. No puedo dar otra pista.