Volverte a ver

Eres es amor que me entrega a un encierro que considero bendito. Te adoro por ese deseo que despiertas de buena mañana.

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Me aplico a tus consejos, que hago míos. Me implicas en una faena de destacadas figuras. Te añado a mí mismo.

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Hemos asumido algunas cuestiones que ahora no vamos a dejar en el tintero. Te sueño cada día.

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No te vayas de mi lado, que me quedaré tan solo que sufriré despierto. Me pongo donde no debo.

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Me duele lo que pasa, lo que es, lo que no entiendo. Hemos disipado esa fuerza que nos conducía a la no salvación.

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Hablamos de nosotros mismos cuando no somos ni la mitad de lo que pensamos. No vamos a disfrutar.

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Distinguimos que la molestia es una parte de ese círculo completo que no terminamos de cerrar. Supondremos una energía añadida.

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Veremos que somos esas piezas que faltan para dar con la situación más loable. Nos quejamos de ser y de no ser.

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Pensamos con una destacada misión en los brazos, que se cansan de esperar. Hemos dispuesto un arreglo añadido.

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Nos ponemos manos a la obra con un despertar que nos hace esperar con un poco de diligencia. Nos añoramos.

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Quedamos en ese lado que nos hace cojear más de la cuenta. Nos diferenciamos con unas actitudes de amores hermosos.

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Iremos a ver nada. La cuantía no me vale, no la puedo cerrar, no me importa, y sigo con un apoyo que consideraré crucial.

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No te veo en ese último instante que nos hará tocar los colores de una guerra. Nos daremos más o menos.

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Destacaremos un sí que nos quitará los nervios. Nos suspenderemos entre avisos en una hacienda nueva.

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Hemos mendigado un honor de asistencia sin distingos. Nos damos un emblema que nos divisará en la otra cara de la moneda calmada. Nos hemos puesto las pilas.

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Iremos como pilotos de una guerra que no avisará de una razón más. Nos quedaremos atrás, delante, sin candidaturas para superar los golpes más trágicos.

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Nos supondremos con amistades poco profundas. Nos volveremos para hacer de todo y de nada.

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Tengo que decir muchas cosas. La diversión nos distancia de esos apaños que nos duelen por el paso de varios tiempos.

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Salen los anillos de unos dedos que no son capaces de conservar lo más estimado. Los flujos nos divierten con rastros poderosos.

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Nos veremos en la otra vida que nos hará esperar con estructuras nada mentales. Nos hablamos de algún modo que desespera.

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Tendremos que disponer la consideración más oportuna. Nos quemamos en la larga coyuntura que apenas confía en lo que hacemos.

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No dudo de lo que hago, ni de lo que quieres, ni de lo que ofrezco. Me lío con un tanto de desesperanza. Nos rompemos.

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Hemos celebrado una ceremonia de avisos que no terminan de llegar al puerto de la costumbre.

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Nos colocamos en un contexto de memorias en vacío. Nos ponemos a recoger demasiadas cosas.

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El juego nos divisa con sus reglas que atrapan los espíritus más sonoros. Nos palpamos en la nueva gloria de un amor hermoso.

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Dejamos que las cosas vayan bien. Eso parece de algún modo. Ya no somos tan felices como nos decimos.

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Hemos dispuesto una honra destacada en una misión que aparcamos como posible. Nos veremos con otro lenguaje.

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Hacemos caso a ese corazón que nos derrota de antemano. El destino abraza con honor y con fuerza. No dejemos que las cosas se queden atrás.

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Tenemos mucho más de lo que precisamos, y hemos de reconocer que es así. La empatía ha de ser la máxima, sobre todo con los más desfavorecidos.

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Nos agobiamos. La existencia nos rodea con sus brazos de colores. Ponemos ese punto que es descanso en unas escenas poco definidas. Nos asaltamos con muchas dudas.

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Me gusta ser a tu lado. Me haces dichoso con tan solo una mirada serena. Quedo, como siempre, a tu disposición. Iré a sentirte.

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Te quedas en esa noche que es liberación. Aplico resultados en el mejor momento de una vida que distrae. Corrijo planteamientos.

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Hemos agudizado ese ingenio que nos propone ponernos a la orden de todos. Nos diferenciamos.

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Hemos repartido algunos aires de bondad. Nos quejamos, pero nos da igual. Hemos advertido de la dificultad de algunos propósitos.

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No podemos quedarnos atrás ahora que todo es tan crucial. Me despido sin más intención que volverte a ver.

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Pido un soplo, una razón, un respiro enorme y deseable con volúmenes francos. Nos abandonamos a la pasión.

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Nos suscitamos tanto deseo que apenas podemos contener todo lo que llevamos dentro. Somos estelas brillantes.

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Me pones en ese momento que no es espacio idealizado. Nos conjuramos para ser más fuertes. Nos las apañaremos.