Hoy cambio el tercio, y os cuento, te cuento, lo que sigue, que forma parte de mi corazón, de mi manera de vivir, de interiorizar cada situación, cada encuentro, cada amor. Va por vosotros y por vosotras, y son tres: Bajamos hasta el río, donde yace la basura que nos hacen tragar en accidentes controlados, y cruzamos la marisma con sintonías sucias. Apenas sabemos nada sobre quiénes dominan nuestros discursos. Reina la infidelidad con nieblas que ocultan las búsquedas atascadas en persecuciones de fase final. Vamos hacia una nueva prueba, la mayor prueba, y tomamos el hambre de mañana. Llega a nuestro tejado la decisión de triunfar frente a ese destino de infierno. Me iré hacia otra parte, hasta el río limpio. Entonces, espero que estemos juntos.
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Las estrellas palpitan en nuestro calor. Aprendo como un niño que encuentra la amistad en un mismo equipaje, sujeto al cinturón de quien gana sin batalla. Lo dicho: huelo tu novedad, y soy sencillamente feliz.
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Han destruido tu esperanza, sin ningún escrúpulo, y has quedado medio vacía en una orilla del camino. Te has negado a volver. Te has equivocado, gritan los magos de la fortuna comprada con regalos sin contenido; y habitas el silencio de una retirada. Ellos no saben, como yo, que únicamente te ausentas unos instantes. Pero volverás a ser tú, y dispuesta a superar las adversidades.
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